La decadencia de la juventud occidental

Es una realidad que nuestra generación, como jóvenes, se ha debilitado. Se ve cada vez más cómo al futuro del mundo occidental le quita más el sueño que no se utilice de manera "adecuada" el lenguaje inclusivo a que les sea imposible independizarse con 23 años.

 

 


Se nos ha sumergido en un ambiente totalitario, donde cada persona que ose pensar fuera de las casillas que claramente se han enmarcado en una balanza desequilibrada o que intente debatir sobre lo “políticamente correcto” es considerado un ser ideológicamente extremo, al cual se le debe alejar de la sociedad de inmediato por su alta peligrosidad intelectual.

 

 


No nos hemos dado cuenta de que estamos siendo víctimas de un sistema que promete la igualdad, libertad y el libre pensamiento, mientras, intentando poner estos valores en práctica, cada vez más se cohíbe a la creatividad y la rebeldía. Se cree por rebelde es taparse la cara con un pasamontaña y quemar contenedores, se cree que rebeldes son los que apoyados por el “establishment”, los medios de comunicación y el mismo Gobierno salen a protestar con la meta de buscar la paz cuando en realidad lo que generan es desconcordia. El verdadero rebelde en España es el que a pesar de saber que perderá parte de sus amistades y que posiblemente un profesor le suspenderá por el simple hecho de llevar la contraria, tiene la valentía, se levanta y dice lo que piensa. 

 


 

En nuestro país se perdió la libertad durante mucho tiempo, pero no creo que hoy en día la situación sea muy diversa a la ocurrida el siglo pasado. Hoy en Cataluña, las personas que intentan hablar el idioma oficial de su país en las aulas de clase son perseguidas como persiguieron a los judíos en la Noche de los Cristales Rotos, hoy en Cataluña hablar el idioma de tu país es ser un verdadero rebelde.

 

 


Siento que como jóvenes tenemos el deber de dar un paso al frente y demostrar lo que es la verdadera rebeldía, demostrar que tenemos capacidades y que valemos por nosotros mismos. Que un bono cultural no es lo que queremos, queremos la posibilidad de poder formar una familia, conseguir un trabajo digno y prosperar como personas. Como jóvenes debemos tener la rebeldía de exigirle al Gobierno lo que verdaderamente nos hace falta, más inversión en nuestras universidades y menos puntos violeta inservibles.

 

 


No es cuestión de ser solamente rebeldes frente al Gobierno, es cuestión de exigir lo que se nos debe, hasta en el ámbito universitario, no nos comprarán regalando aprobados. Nos tendrán a su lado cuando en todas las aulas de este país se nos esté preparando digna y correctamente a la juventud para poder afrontar los retos del futuro con responsabilidad y eficacia. Nos tendrán de su lado cuando podamos conseguir el trabajo que merecemos, no cuando se deje de premiar a la meritocracia y se dé prioridad a tus capacidades individuales a la hora de obtener un puesto de trabajo, cuestiones como tu orientación sexual no son un mérito.

 


 

No podemos conformarnos con una cultura política que intente penetrar en todos los ámbitos de la vida privada, no podemos permitir que se pierda la justicia, que se paguen favores a aliados y se destine dinero público a promover el mayor mal de este país, que es la fractura ficticia de nuestra sociedad encarnada en el independentismo, hay que dejar claro que con España no se negocia.  

 

 


Tenemos el deber de ser valientes y luchar, nos tumban pero nos volveremos a levantar, nos escupirán, nos intentarán silenciar y cancelar, ahí seguiremos para contar la verdad. El ejemplo de rebeldía eres tú, no caigas en su relato.

 



Domingo, 08 de enero de 2023. 


Diego Yáñez, Presidente de Libertad Sin Ira. 

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